martes, 10 de abril de 2012

Reseña 2


Xavier Elías Castells es ingeniero industrial por la ETSII de Barcelona (UPC). Es profesor de cursos de doctorado y postgrado sobre temáticas de eficiencia y ahorro de energía, de ciclado y tratamiento de residuos y profesor invitado a numerosas universidades. Por su parte, Santiago Bordas Alsina es doctor ingeniero por la ETSII de Barcelona. Su actividad profesional se ha extendido a la administración pública, a la empresa privada y como autónomo. Su trabajo abarca aspectos técnicos, científicos y de gestión en ciencia de materiales, construcción y energía. En su obra los autores tienen como fin mostrar los diferentes factores que están afectando a la sociedad moderna respecto al consumo energético y proponen nuevos planes y acciones económicas que deberán ser implementados en nuestro sistema actual de consumo y producción con el fin de prevenir futuros daños en nuestra sociedad.

En los últimos años el consumo de energía eléctrica se ha elevado a un ritmo superior al crecimiento económico, ya que suple las necesidades del sistema productivo que actualmente posee una gran demanda debido a la gran cantidad de población, porque está relacionado con mayores niveles de vida y propósitos no materializados, lo anterior lleva a reflexionar, sobre todo si se tiene en cuenta que en energía se gasta una importante cantidad de dinero y esfuerzos físicos. Debido a este ritmo de crecimiento se deben tomar una serie de acciones que impidan que aumente el índice físico del consumo energético, y para esto resulta imprescindible eliminar todas las producciones y servicios que no están haciendo un trabajo útil. Sin embargo, es fácil percibir que algo se está malgastando cuando se observa una llave que derrama agua, combustible, petróleo, etc., pero cuesta percibir que está sucediendo igual cuando se deja encendida una lámpara, se tiene la radio, el televisor y el calentador de agua funcionando mientras se está planchando o realizando cualquier actividad del diario vivir.

Esta realidad pone de manifiesto que la electricidad es el final de la inmensa cadena que se origina en las grandes centrales de generación y para que llegue hasta un hogar debe: ser generada en grandes y costosas plantas, en el mismo instante en que se requiera; transportada hasta los centros poblados, recorriendo muchos kilómetros y utilizando inmensas torres, transformadores y cantidades de cables; distribuida en menores bloques de energía, hasta los hogares, utilizando cientos de transformadores, postes y kilómetros de cable; entregada, medida y facturada, para lo cual se requiere de equipos de medición, herramientas, personal para emitir y entregar facturas, así como para atender reclamos y solicitudes. Todo este sistema eléctrico debe mantenerse al día, lo cual requiere personal especializado y alta tecnología en materiales y equipos, en otras palabras esto quiere decir que el proceso de consumo de energía proviene de un gran desarrollo tanto físico como de procesos técnicos. 

Es imposible imaginarse cómo se podría vivir sin la vital electricidad, no existirían todos los adelantos y la tecnología, si un día dejara de haber energía. Nada, en su gran mayoría, tendría el valor que por ello se paga, sin la electricidad para hacerlo funcionar. En vista de esto se están emprendiendo planes, programas económicos y energéticos, con la finalidad de aumentar las reservas existentes y reducir el uso desproporcionado que se tiene de la energía eléctrica. Además, son muchas las posibilidades de reducción del consumo de energía que se gasta en iluminación, desde el simple cambio de una lámpara hasta la implementación de nuevos sistemas con equipamiento electrónico inteligente. Pensando en ello se ha desarrollado una tecnología de bajo consumo de energía, lámparas, balastos, controles electrónicos y sistemas de iluminación que ahorran energía, tienen una mayor duración y ayudan, de esta forma, a evitar riesgos de suministro.

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